domingo, 15 de noviembre de 2009

Cumplido plan 48: Vereda del Cristo (Colmenar de Oreja).

ADVERTENCIA: El senderismo, y más en solitario, es una actividad que puede conllevar algún riesgo, incluso en terrenos aparentemente suaves, especialmente si no se tiene experiencia en excursiones por el campo o un buen sentido de la orientación. El autor se exime de toda responsabilidad sobre cualquiera de las posibles decisiones que pudieran tomar al respecto quienes lean esto, y por tanto de sus consecuencias.


Iglesia de Santa María La Mayor (s. XIII y XVI)

Ruta por el término municipal de Colmenar de Oreja, al sudeste de la provincia de Madrid, que transita por vías pecuarias a través de un terreno de páramos, vegas y barrancos, con suelos calizos, arcillosos y yesíferos, y cultivos de olivares, viñedos y pinares de repoblación. Un lugar diferente a lo que acostumbro a visitar en mis excursiones, que por tanto ayuda a desconectar sin dejar de salir o escapar (o a escapar de la escapada). También es cierto que, pequeños detalles o anécdotas aparte, este itinerario carece -para mi gusto- de la espectacularidad habitual de la montaña y de sus entretenidas posibilidades, así como de su capacidad para evocar ideas que reflejar aquí. Como además en este caso no procede realizar aparte una "descripción técnica", por estar fuera del ámbito montañero de la página en la que suelo plasmar dichas actividades, creo que lo mejor es que en esta ocasión esa "descripción técnica" sea el contenido principal de esta misma entrada (o poco más tendría de lo que escribir aquí...).

Empecemos por el croquis del itinerario. Pinchar sobre él para ver en grande:



Hay dos rutas básicas circulares señalizadas (aunque existen más caminos alternativos). Ambas están indicadas en mayor o en menor medida por mojones cuadrados blancos y por postes de madera. La ruta roja es una variante que sirve de prolongación a la verde. Las señales de los mojones y postes tienen el color correspondiente de cada ruta. La verde son poco más de 7 kilómetros con unos 250 metros de desnivel acumulado, y la roja lo aumenta a 10,5 kilómetros y algo menos de 400 metros de desnivel total. La roja está peor señalizada y el itinerario del mapa resulta un tanto confuso en el terreno, aparentemente por abandono y desaparición de algunos tramos de las vías pecuarias, así que es recomendable limitarse a la verde en caso de poca experiencia en senderismo y/o poco sentido de la orientación en el campo. Las fuentes no son de agua potable -algo salobres, como consecuencia del terreno-, así que habrá que llevar para todo el recorrido.



Se parte de la bonita Plaza Mayor de Colmenar, visible en esta foto de arriba, y en cuya esquina suroriental hay dos salidas (primera foto de abajo), eligiendo la puerta de la derecha (sur) para iniciar el itinerario. Tal y como se ve en la segunda foto de abajo, es algo así como la puerta de salida al exterior del pueblo, y también a la excursión; hay que seguir de frente (sur) por la carretera asfaltada que conduce a la Ermita del Cristo.





Se llega en breve a la Ermita del Cristo del Humilladero (capilla del s. XVI, cruz latina y añadidos barrocos), lugar de posible visita, para combinar senderismo y turismo cultural:





La carretera se prolonga a la derecha de la Ermita según he llegado a ella, por donde se debe seguir:



Una vez pasada la Ermita, la carretera sube al cementerio, pero hay que desviarse a la izquierda por esta pista de tierra:



En la muy cercana siguiente bifurcación, se toma el camino de la derecha junto a la fuente, que transcurre entre un pinar a la izquierda y la tapia del cementerio a la derecha:



Tras llegar a un alto, observo el aspecto del terreno ondulado del inicio de la ruta. Aquí me cruzo con otra traza de camino, pero sigo de frente, para bajar a una vaguada:



El camino vuelve a subir por la ladera contraria de la vaguada, hacia el sur:



Camino ya junto a olivares, cultivo predominante de la zona:



Al poco rato cruzo la carretera M - 322:



Prosigo de frente al otro lado de la carretera, por la continuación de la vía pecuaria (así indicada por el cartel de la derecha):



Muy pronto habrá una nueva bifurcación, en la que opto por la derecha (suroeste), e inmediatamente después otra, esta vez eligiendo la izquierda (este); la segunda es la de la foto, aunque en ella ya estoy girado hacia la nueva dirección:



Pronto se llega a la fuente de Valdegredero, junto a tres chopos y un plátano de sombra:



En esta zona se cruzan cuatro direcciones alternativas, por todas las cuales se transcurre en momentos distintos del itinerario; digamos que es el "centro de un 8", que es la forma del itinerario (véase el croquis). De momento sigo de frente, por el camino más amplio:



Tras virar el camino hacia el sur-sureste, nueva bifurcación: a la izquierda:



Después de una subida, llego a lo alto de un mirador con un panel interpretativo de las vistas que hacia el sur se observan (inlcuidas la ribera del Tajo y la provincia de Toledo). Aquí hay que seguir a la derecha:



Ya de nuevo bajando, otra bifurcación: a la derecha:



Estoy en el tramo de bajada más pronunciado de la ruta. No en vano, los barrancos que caen a este Arroyo de Valdepinar ofrecen el paisaje más abrupto del lugar. Domina el terreno yesífero, y las repoblaciones de pino carrasco:



Sigo bajando. Además del polvo calcáreo del suelo, indica la naturaleza del terreno alguna coscoja como la de la derecha:



Estoy llegando a una nueva confluencia de caminos que alcanzaré tras cruzar el fondo del Barranco de Valdepinar. Aquí habría que seguir por la pista de la derecha para realizar el recorrido básico (verde), y por la trocha que sube hacia el pinar para hacer la variante roja:



Esta es la continuación de la ruta verde, hacia el sur-suroeste, que yo recomendaría a quien no tenga demasiada experiencia o buena orientación:



Yo seguí por aquí (variante roja, este-sureste):



El camino, inicialmente el tramo de subida más largo , se introduce en un pinar de repoblación más tupido que en el resto del itinerario:



Más arriba me cruzo con una pista que no coincide con la dirección que indica el mapa; ésta más bien consistiría en seguir de frente, por una traza que desaparece en breve, al llegar a un olivar:



Al desaparecer la traza, continúo por lo que, intuyo, debió ser la vía pecuaria (ahora convertida en terraza de plantación de olivos), a la izquierda de un almendro (y también a la izquierda en la foto):



Bajo el almendro, al ponerme a recoger almendras caídas, me encuentro con esta preciosa mantis:



Continúo por la invadida traza de la vía pecuaria:



Una pequeña subida por una senda estrecha al final de la terraza - vía pecuaria:



Y me dirijo al cercano pinar:



Dentro del pinar, busco la cercana vaguada a la derecha:



Y en seguida doy de nuevo con la pista de tierra, que cojo hacia la izquierda, justo antes de una curva de la misma:



Más adelante, bifurcación que sigo a la derecha (sureste):



Pronto llego a lo que el mapa debe llamar Peñas Rubias, unos diminutos pero llamativos farallones calizos, con alguna pequeña cuevecilla, y una buena panorámica general. Elijo esta zona para ponerme a comer.







Volviendo a seguir la pista de tierra, llega un momento en que ésta desaparece entre olivares, y me quedo sin traza de camino. Por aquí empiezo a improvisar una bajada hacia el sur, que me acerque al límite provincial con Toledo, para luego entrar en el valle de Valdegredero y remontarlo (nornoroeste) por su vaguada hasta volver a su fuente homónima (el "centro del 8", recordemos). En esta zona me abstengo de dar indicaciones concretas con fotos, porque el lío es ya un poco grande. Así que, en caso de duda en este punto y de no querer improvisar como hice yo, queda la posibilidad de volver por donde se ha venido, hasta el punto de cruce de la ruta verde y la roja, en el Barranco de Valdepinar.

Más tarde, y habiéndose puesto a llover, vuelvo a encontrar los mojones y postes de la ruta verde. En esta foto se ve a la derecha la pista que viene del Barranco de Valdepinar y por la que se llega si no se hace la variante roja, y a la izquierda la continuación o regreso (nornoroeste):



El camino se interna en un curioso barranco (no me cuadra que sea un desmonte artificial, para tan austera pista):





De nuevo en la Fuente de Valdegredero (agua no potable, insisto):



Y de nuevo en el "centro del 8", se sigue hacia el norte, de frente por la senda que sube:



Un poco más arriba, se coge la bifurcación de la derecha:



El tramo final de la ruta, regresando a Colmenar, es el más desolador, por lo llano e inmenso del páramo que se recorre, acrecentada la sensación este día por el cielo totalmente cubierto:



Se llega a la carretera M - 311, que se coge hacia la izquierda, y junto a la cual regreso a Colmenar en muy pocos minutos:



Llegando al pueblo, ya con las luces encendidas. Al fondo la iglesia de Santa María la Mayor, y abajo a la derecha, la entrada a la Plaza Mayor, donde comencé (y terminé) el itinerario:



Bueno, con la tontería de hacer aquí la descripción detallada, al final me ha salido una entrada más larga y con más fotos que cualquier otra de montaña... ¡no era precisamente mi intención que pareciera mayor mi interés por esta zona que por Pirineos o Gredos...!

En fin, un sábado de agradable paseo, preferible a quedarse en casa, pero lejos de la emoción habitual de la montaña. En este sentido, noté la falta de afecto hacia el paisaje; en lo alto de Torres de Pedriza, o del Almanzor, o de algún tresmil pirenaico o dosmil cantábrico, siempre tengo la sensación de que hay algo del lugar que ha pasado a formar parte de mí; ayer no pude disfrutar de esa sensación (aunque me pareció un lugar interesante y bonito). Por otro lado, esta es quizás una excursión más apropiada para realizar en compañía: eché en falta un poco de conversación, que en lugares de alta montaña no tiene por qué ser tan necesaria, pues incluso la soledad ayuda a apreciar mejor la llamada belleza de lo inhóspito (luego ocurre, sin embargo, que en una excursión por la montaña con compañía nutrida, hay veces en que a tu alrededor la gente va hablando del trabajo, del banco, etc. ... ¡¿No se trataba de dejar esos problemas en casa...?!).

En cualquier caso, andando y observando, siempre se sale ganando. (Este refrán me acaba de salir solo, según iba escribiendo...) Venga, otro: Un día de campo siempre es un día bien aprovechado. Vamos, que no estuvo mal.


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